Sobre mi
Soy Jesús Vázquez, abogado especializado en Derecho Laboral y Derecho Digital.
Llevo más de quince años trabajando con profesionales del sector tecnológico: desarrolladores, ingenieros, analistas de datos, product managers… personas como tú, que están construyendo el futuro.
Gente acostumbrada a pensar de forma estructurada, a resolver problemas complejos y a moverse en un entorno donde lo único constante es el cambio.
Sin embargo, he comprobado que cuando estos profesionales se enfrentan a un problema jurídico, a menudo se topan con un muro. No es una cuestión de inteligencia ni de preparación.
Es simplemente que los abogados y los técnicos pensamos distinto.
La tecnología se rige por la lógica formal; el Derecho, por la interpretación, donde el contexto y los matices pueden pesar tanto como las palabras mismas.
En el mundo del código, un mismo programa siempre compila igual, sin importar cómo se llamen las variables.
En el Derecho, en cambio, basta cambiar el nombre de las variables para que el resultado sea otro, a veces incluso su contrario.
Mi labor es convertir el farragoso lenguaje legal en algo que los profesionales técnicos puedan entender, utilizar y transformar en estrategia.
Combino la lógica y la precisión del mundo tecnológico con la capacidad del Derecho para interpretar y adaptarse al contexto.
Soy abogado, pero antes que eso tengo una formación técnica que me permite pensar como tú: de forma estructurada, con sentido práctico y con una intolerancia natural hacia la ambigüedad innecesaria.
Esa mezcla me permite moverme con soltura entre ambos lenguajes. Entiendo cómo abordas un problema, cómo descompones una estructura compleja en partes simples y por qué necesitas que las cosas tengan coherencia y propósito.
Por eso mi trabajo consiste en explicar lo complejo del Derecho de forma clara y práctica, sin perder su rigor.
A fin de cuentas, los abogados interpretamos leyes, pero lo que realmente importa es ayudar a las personas a tomar decisiones.
Y para eso, lo esencial no es hablar en jerga jurídica, sino ser capaz de hacerse entender.